Hay una diversidad de texturas y tonos.
- Bases fluidas: son bases ligeras que se adaptan perfectamente al tono de la piel dando un aspecto natural por su textura fina y elástica. Las hay de mayor y menor cobertura y para diferentes tipos de piel.
- Compactas en crema o en stick: son de un gran poder de cobertura. Son excelentes para uso profesional, ya que no se resecan y se mantienen inalterables al paso de las horas.
- Bases de alta definición: son bases siliconadas especiales para imagen de alta definición, resisten muy bien el paso de las horas y dan un aspecto muy natural pese a su poder de cobertura.
En pieles muy grasas o con acné es conveniente escoger bases libre de aceites naturales (oil free), para lograr un efecto favorable.
¿Cómo escoger el tono adecuado?
Prueba una pequeña cantidad de base de maquillaje en el costado del rostro, si la base se funde completamente con el color de la piel, entonces es la correcta. No pruebes en el dorso o revés de tus manos, porque el tono de las manos nada tiene que ver con el color del rostro. Recuerda hidratar la piel antes de comenzar con la base de maquillaje. Aplica crema o gel hidratante y espera unos minutos.
La base de maquillaje puedes aplicarla con:
- La yema de tus dedos
- Esponja de látex
- Brocha para base de maquillaje
Pon sobre el dorso de tu mano una cantidad del tamaño de una almendra, utiliza tu mano de paleta y toma el producto desde ahí. De esta manera dominarás mejor el producto y las cantidades.
Aplica la base desde el centro del rostro hacia los lados, difuminando bien sobre los contornos.
Puedes terminar de difuminar dando toquecitos ligeros con la yema de los dedos. Procura no dejar zonas con líneas, manchas o exceso de producto.
Truco: mezcla a tu base de maquillaje unas gotitas de iluminador líquido rosado o dorado para dar luz a tu piel.
¡Comienza a practicar desde ya! Quedarás sorprendida con los resultados.
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